Los porteros suplentes: un mundo aparte
Como futbolero, hay una figura que me ha fascinado siempre, y es la del portero suplente. Eternos habitantes del banquillo, esperan su oportunidad para jugar un poco o ser vendidos a un equipo modesto que les dé cancha para acabar triunfando (César, Enke,). Sin embargo, la gran mayoría quedan como suplentes toda la vida, y de mis favoritos voy a dar fé hoy que Pinto ha renovado por el Barça. Pero no les he seleccionado tanto por la calidad como por su aspecto físico:
Amador Lorenzo: Meta gallego que se inició como profesional en el Real Madrid para continuar en Hércules, Barça y Murcia siempre estuvo a la sombra de García Remón, Artola o Urruti. Se dice de él que jamás se quejó de nada. Fué el más destacado de la generación de guardametas suplentes barcelonistas mostachudos (aunque en su última temporada se lo afeitó, al parecer), formada por Huguet, Amigó, Llangostera y que se cerró con el mismo Amador. De hecho me llama la atención que muchos suplentes de aquella época lucían bigotazo.
De Huguet a Amador... Super Mario Goals
Meléndez: Mítico portero de Bilbao y Espanyol y eterno suplente allí donde iba (de Iríbar, de N’Kono, de Custers...), aún he bustado una fodo decentilla de él: en el Esapnyol ya estaba casi calvo. Y con el mostacho.
Eduardo Chillida: Suplente de la Real Sociedad en los 40, jugó varios partidos de liga antes de retirarse, trabajar en una forja, descubrir sus inquietides, trasladarse a Francia y convertirse en uno de los escultores más reputados del mundo durante la 2ª mitad del S.XX. Si vivís en Barcelona tenís una obra suya colgando sobre la piscina del Parc de la Creueta del Coll.
Chillida y sus Peines de los Vientos: Realmente se parecen al Van Der Sar en los penaltis de la final de la Champions
Joan Capó Coll: Portero menorquín que siempre estuvo a la sombra de otros. Salido de la cantera del Barça, apareció por primera vez en un cromo con 19 añitos durante la temporada 1973-74, como tercer portero del equipo del 0-5 en el Bernabéu, comandado por Cruyff. Sin oportunidades en el cuadro culé, este portero de 1’74 que se vaía de una tremenda agilidad para suplir su altura se fué al Celta de Vigo, donde se encontró con otro portero delante: Carlos Alberto Fenoy, un precusor de Chilavert que fué máximo goleador de los gallegos en la temporada 76-77. De tento esperar, se le fué cayendo el pelo y los aficionados celtiñas empezaron a conocerlo como "O porteiro descapotable". Tras tres temporadas jugando con un poco más de asiduidad, se fué al Sabadell en 1983. Los arlequinados estaba entonces en 2ªB, y a los 3 años ya estaban en 1ª. Pero Capó estaba destinado a no triunfar en 1ª: el Sabadell fichó al ex-internacional Manzanedo para tener garantías.
Dimbi Tubilandu: Este portero congolés se hizo un sitio en la historia cuando representó a su país (el entonces llamado Zaire) desde el banquillo en el Mundial de 1974. Durante un partido contra Yugoslavia, el portero titular, Mwamba Kazadi -considerado entonces como el mejor portero del continente afircano- fué cambiado por el genio del míster (el, curiosamente, yugoslavo Blagoje Vidnic) en el minuto 22 tras encajar 3 goles en 18 minutos. El pobre Dimbi salió y mejoró la actuación del titular: le metieron tres goles más en los 12 minutos siguientes a su salida, más tres más en la segunda parte, y eso que los balcánicos aflojaron. Por supuesto en el siguiente partido volvió Kazadi, pero de Tubilandu es de quien se acuerdan todos los frikis.
Noticia sin relación con el artículo:
Fukuoka - Un ciudadano japonés descubre que tenía una okupa viviendo en un armario de su casa la obrervar que le desaparecía comida. Finalmente la pudo fotografiar con un móbil estratégicamente situado mientras él estaba fuera.
1 comentario
Pennywise -
Aunque en general, ultimamente en el futbol no aparecen porteros carismáticos como Higuita, Chilavert, Mono Burgos, el griego de pelo canoso...