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Els Frikinautes

De manga viejunos: Hitler, de Shigeru Mizuki

Este simpático anciano es el gran mangaka Shigeru Mizuki, y esta es a grandes rasgos su historia.

Era 1940, y un joven japonés de 18 añitos con especial habilidad para el dibujo oía fascinado por la radio los discursos del Führer alemán Adolf Hitler. Se llamaba Shigeru Mizuki. Su admiración por el líder alemán lo llevó a querer dejarse un bigotillo como él, pero como tenía poco pelo en la cara, no pudo.

Al cabo de dos años le tocó servir a la patria en su guerra por la preponderancia en Asia y contra el enemigo anglosajón. Pero cuando se vió en el frente, a Mizuki se le derrumbó todo. En lugar de gloria encontró sufrimiento; en lugar de grandeza encontró terror. Una bomba lo dejó manco de su brazo izquierdo, lo que fué terrible para él: Mizuki era zurdo, encima casi se quedó en el sitio debido a la malaria. La firma del armisticio lo pilló en Papúa-Nueva Guinea, y le cogió tanto cariño al archipiélago oceánico que quiso quedarse a vivir entre los nativos, a los que había cogido también un gran afecto. Pero su hermano iba a ser juzgado como criminal de guerra por el gobierno japonés de posguerra dirigido por Douglas McArthur, y volvió para apoyarlo en tan difícil momento (por cierto, parece que en efecto era culpable: hizo ejecutar a varios prisioneros durante la guerra).

El terror de la guerra marcó a Mizuki, y sus pesadillas constantes lo llevaron a exorcizarse a si mismo conviertiéndose en  mangaka y cultivando el género yokai, de monstruos y fantasmas. Dibujando con su mano mala (con gran maestría, debe decirse), creó un manga mítico: Gegege no Kitaro.

Su obra se ha basado esencialmente en yokais y en manga histórico-biográfico, y a pesar de su talento, su obra no ha sido reconocida en Occidente hasta hace poco, cuando ganó el premio del Festival de Angulema de 2007 por NonNonBa (que publicará Astiberri).

Pero no es este el manga del que hablamos. Para acontentenarnos a los geeks a los que nos encanta el manga clásico, Glénat ha publicado no hace mucho una obra de este autor: una biografía de Hitler, que se publicó en el Shukan Manga Sunday entre 1971 y 1972.

El argumento de esta obra es bien simple: una biografía muy bien documentada de uno de los peores tiranos, criminales, asesinos y psicópatas de la historia de la Humanidad. Y Mizuki, que de joven tanto lo admiraba, exorciza de nuevo sus fantasmas - un poco como lo ha hecho a gran escala el Nobel de Literatura Günter Grass, ex-miembro arrepentido de las SS y ahora pacifista y luchador por los derechos humanos - calificándolo de "dictador infame" y  "megalómano". En resumidas cuentas, a pesar de que no podemos considerar este manga como maníqueo, Hitler es retratado como lo que fué según casi toda la humanidad: un loco ultranacionalista que pagó sus fracasos de juventud con los judíos sin ningún motivo aparente. Pero al mismo tiempo, un ser humano, ser humano nefasto, pero un ser humano (afortunadamente, la neutralidad de Mizuki impide que sintamos lástima por él). Una imagen que no se aleja mucho de la que pintó posteriormente Osamu Tezuka en "Adolf". Solo hay que ver cómo lo dibuja: constantemente histérico, bizco, con trazos alocados y deliberadamente caricaturescos. De hecho hay que alabar el dibujo de Mizuki en este sentido: la mayor parte de sus personajes son caricaturas, destacando la de Rudolf Hess y la de Garbancito del Ferrol, que hace una estelar aparición para dejar bien alto el pabellón patrio.

Mizuki muestra aquí su maestría narrativa con diálogos ágiles y acción rápida pero lógica,  y, con las excelentes caricaturas, un diseño de personajes muy simple y poco elaborado en contraste con su obra yokai, lo cual es totalmente deliberado. Los fondos sí que son una currada. Qué habilidad tiene este tipo con su "brazo malo"! Incluso ha hecho de pintor!

Entre los fragmentos destacables está el inicio, desde el punto de vista de aquellos que sufrieron el nazismo: los judíos, la Resistencia francesa y la oposición política, el cual conecta con el final, donde tras morir Hitler, se nos muestran los cadáveres apilados de los judíos en Auswitchz y las ruínas de una ciudad alemana, con la frase "en esto quedó el Reich que iba a durar 1000 años".  

Errores? Sí. Y no soy el único que los ha notado, pero no es culpa de Mizuki: documentos desclasificados recientemente muestran que el encuentro de Hitler y Garbancito en Hendaya fué al revés de lo que dice el manga: era Garbancito el que quería entrar en guerra, y Hitler consideró que no valía la pena por lo tremendo de lo que pedía.

En fin, que esto es lo que hay, lo que no leeré en mi vida es la adapación esa de "Mein Kampf", pero lo que es este manga, es una puta obra maestra, que instruye a la vez que deleita, y al final el malo muere sufriendo lentamente. Suerte que así fué como pasó.

3 comentarios

josetaro -

como me gusta el género yokai!!
éste manga me lo compraré, pero no sé cuando, un día no muy lejano supongo...jeje

scaramanga -

Según Mizuki, Grabancito tenía VOZ DE PAJARILLO (lo dice, de verdad). Se creía águila y era gorrión XD

Kururin -

Le tengo ganas, pero voy demasiado apretado para permitirmelo. Por lo que he leido es totalmente objetiva, sin caer en sentimentalismos y juicios de valor. Eso me gusta, que ya cansa la tipica vision yanki de mirarlo todo bajo el trasfondo del sufrimiento y la melancolia baratilla.

Saludos.

P.D. ¿Garbancito? VOZ DE MIERDA.