Música que solo me gusta a mí: Long John Baldry
A veces, puede pasar que un artista que sea objeto de devoción cuasi religiosa en un lugar se convierta en mito freak en otro. Esto es lo que le pasó a Long John Badry.
Pá chulo, él y su abuela, que parió septillizos.
Nacido en 1941 en el pueblo inglés de East Haddon, de bien joven destacaban tres cosas de él: sus más de dos metros de altura (de ahí lo de Long John), su valentía al no ocultar su homosexualidad en tiempos aún muy puritanos y su increíble y poderosísima voz. Aficionado al blues, enseguida destacó en el grupo Blues Incorporated, liderado por el mítico Alexis Korner y con unos jovencitos de Londres llamados Mick Jagger, Jack Bruce (compañero inseparable de Eric Clapton en el futuro junto a Ginger Baker: serán Cream) y Charlie Watts. Jagger y Watts se hicieron grandes amigos suyos y ya como Rolling Stones serían parte del grupo de acompañamiento en directo de Baldry. En aquellos tiempos también hizo una gran amistad con un tal Paul McCartney y unos amigachos suyos que se hacían llamar Beatles. Tocó con ellos en Liverpool.
Tras lanzarse en solitario empezó a tocar con otros jóvenes músicos llamados Jimmy Page, Nicky Hopkins, Ginger Baker, Graham Bond… Pero entre estos había dos que lo adoptaron como maestro. A ambos les chiflaba el blues tanto como a Baldry: a uno lo descubrió Baldry cantando en una estación de tren para ganarse unos chavos y se lo llevó para su banda: era un futbolista fracasado llamado Rod Stewart. Junto a Rod, Julie Driscoll y Brian Auger (de este último, un gran teclista de jazz y funk, soy un ferviente admirador) formó su propia banda: Steampacket. Tras deshacer el grupo, formó Bluesology junto a Elton Dean (Soft Machine), y un pianista jovencito desorientado llamado Reginald Dwight. Este grupo duró poco: Reginald quería cantar sus propias canciones y se marchó para intentarlo en solitario. Pero para demostrar su agradecimiento a Baldry y Dean, sus maestros, se cambió el nombre por el de sus nombres de pila. Lo habéis adivinado: Elton John.
En ese tiempo, Baldry ya era una estrella, pero no como esperaba: tras hacerse un nombre en los círculos de blues, se le ocurrió probar con una balada autocompasiva al estilo de los Bee Gees, que arrasaban entonces con el álbum Odessa: grabó “Let the Heartaches Begin” con Bluesology. Su interpretación se saldó con un nº 1 en varios países europeos. Lo volvió a intentar con el himno del equipo olímpico británico de 1968, “Mexico” y volvió a acertar. Pero no estaba satisfecho y tras estas dos canciones volvió al blues puro y duro. Junto a sus ya superestelares amigos Elton John y Rod Stewart sacó sus dos obras maestras: los discos “It ain’t easy” y “Everybody stops for tea”. Y aquí su carrera encalló. La falta de éxito en Estados Unidos y el alcoholismo dieron con sus huesos en el manicomio a mediados de los 70. En el 79 salió, se fue a Canadá y se nacionalizó canadiense. Siguió grabando sin lograr éxitos pero aún con muchos fans en Europa. Al llegar a los 90, entramos en la fase friki del asunto… Bueno: resulta que a algún manager avispado se le ocurrió que el vozarrón de Baldry, ronco por el alcohol pero aún imponente, quizá más que nunca, valía para los medios. Así que empezó a hacer anuncios de radio en EE.UU., y en estas que DiC acaba de producir para Sega unos dibujos de Sonic. Con Jaleel “Steve Urkel” White como oponente en la ficción, Baldry interpreta a Robotnik, y su interpretación arrasa entre la chiquillada, aunque su nombre pasa desapercibido. Solo es Robotnik. Mientras tanto, alterna música y dibujos y sigue grabando discos y haciendo voces en Reboot, Capitán N, Conan el Bárbaro o los dibujos de Sabrina. En 2005, fallece de una infección de pecho. Ya entonces, Youtube está lleno de vídeos cachondos basados en su Robotnik y el archifamoso “SnoopinPING AS usual” (le salió en la pronunciación PENIS).
PINGAS!!!
Ahora, Baldry se está convirtiendo en mito freak a ambos lados del Atlántico gracias a su Robotnik, y está aficionando a muchos jóvenes a su música en particular y al blues en general gracias a la popularidad del PINGAS (el día en que murió, muchos seguidores de Sonic, ya adultos y ya conocedores de la “identidad real” de Robotnik, juran haber llorado). Sí, señores un tipo que estuvo 40 años intentando calar en los Estados Unidos lo ha logrado al fin gracias a un error de pronunciación. Parece metira con todo lo que os he contado, pero tal es el poder de internet. Y de hecho yo soy uno de los que lo ha conocido así.
Si queréis conocerlo, aquí tenéis dos divertidos homenajes, que recomiendo escuchéis en el orden en que os los presento. En uno canta su gran éxito “Let the Heartaches Begin”(1968) y en el otro nos ofrece el blues alegre de “Still ain’t Easy”(1989)… Pero los canta como Robotnik! Y usando clips de un mismo episodio en ambos casos! (OJO: Ver hasta el final. Creo que vale la pena en ambos casos)
Para mí, su mejor canción es Midnight in Berlin, de 1996. Baldry también era un muy válido cantante de soul del tipo estoyconunatíaenmedianocheyasehabebidocincocopasyestádispuestaatodo, y allí lo demuestra de sobras.
2 comentarios
scaramanga -
Auron Sigerthel -