Top 5 variados de manga y subcultuta varia: Videojuegos malos que me molan
Ah, los placeres culpables. Todos los tenemos. Los míos son la shandy Cruzcampo (es notablemente peor que la Damm Lemon pero la disfruto más) y las pelis de acción de la Cannon (las de la Orion y la Carolco les dan mil vueltas, pero me divierten más las de la Cannon). Pero hay algo que solo recientemente he descubierto: los videojuegos malos que me molan. En efecto, son aquellos juegos que son tan malos, pero tan malos que solo los juegas para echarte unas risas tú solo, porque sabes que a nadie más le gustará: y en efecto, encuentras que precisamente porque son malos les pondrías aunque fuera un 5 o un 6 solo por lo que los disfrutas subjetivamente. En resumen: son juegos con los que uno empatiza porque pordían haber salido perfectamente de mi dátil enfermizo.
5. Realms of Chaos (PC): Este juego era un espanto. Tan solo iniciarlo en el PC se oía un grito mal digitalizado que te daba el primer susto, pero solo era el principio: los escenarios eran auténticos clichés del género espada y brujería, y encima estaban mal hechos; los protagonistas daban risa; el gore era lo más gratuíto visto jamás, los controles flojeaban... Pero me lo pasaba pipa: te daba un golpecito un monstruo, chorro de sangre que te crió. Solo por las risas que daban los imposibles chorros sanguinolientos valía la pena jugar. Un 6.
4. Simpsons Wrestling (Playstation): Ejemplo de lo que era una licencia mal aprovechada: lo único que tenía eran los golpes, porque lo que era el juego en si...: Cel shading mal hecho, popping, música horrenda, menús que parecían de juego de 8 bits, controles duros como piedras... Y sin embargo ERAN LOS SIMPSON cuando aún no habíamos visto los pésimos episodios del 2000 en adelante. Y yo estaba en mi épca de fanboy simpsonmaníaco: el resultado es que no paraba de jugar. Ahora es mejor ver (solo el verlo) esa caquita de juego - mediocre pero divertido - que la serie de verdad. Un 5.
3. Capitán Planeta (Mega Drive): Este tiene el honor de ser el primer juego que alquilé porque sabía que era malo y quería ver a qué extremos llegaba. Y, hamijos, solo salir el logo de Sega ya me dio un ataque de risa histérica con la peor interpretación de la música del Capitán jamás oída, pero el rsto era de traca: los Planeteers eran todos iguales si no te fijabas, los colores eran chillones, los personajes se movían como patinando, los hombrecillos amarillos eran ridículos, los controles respondían tarde, los escenarios sosos... Y sin embrago jugué y jugué solo por ver cómo de malo podía llegar a ser y reí y reí viendo como era peor de lo que jamás hubiera imaginado. Un 5.
2. Naughty Bear (XBOX 360): Me lo he conseguido a un buen precio y la verdad es que es el juego más malo y divertido que he jugado en los últimos meses. Es pésimo (auqnue hay cosas peores): gráficos de generaciones pasadas, controles raros, mala música, historia nula (buenos efectos de sonido, eso sí)... Pero al mismo tiempo la idea misma de osos de peluche matándose entre ellos es tan bizarra que le perdono sus infinitos defectos solo por el placer que da ir matando sin preocuparme de nada más, y sin una gota de sangre. Desde la primera partida he visto que era malísimo, pero sin embargo no paro de jugar y de reirme. He ido a Meristation y le he puesto un 6: 5 puntos solo por verme incapaz de suspenderlo sin sentirme mal conmigo mismo (aunque sé que un suspenso es lo lógico y cabal) más uno por el sonido. Oh, y ni se os ocurra comprarlo si no es a buen precio (me costó 15 € gracias a descuentos acumulados). Un 6.
1. Dark Castle (Mega Drive): El vídeo lo dice todo. A este juego me enganché solo porque me gustaba crear nuevas maneras de matar al prota (eso suena a Naughty Bear): tirarlo escaleras abajo, venderlo al verdugo, lanzarlo foso abajo, dar con los cíclopes-hattori (en el vídeo los vereis) porque ponían histérico a mi hermano... Además, los gráficos eran malos de solemnidad, solo sonaba una música, y, como habréis adivinado, a nivel jugable era lo más "in" (-jugable... CHISTE MALOOOOOO!!!). Me enganchó mucho durante mis años mozos. Un 010 (todo al mismo tiempo).
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