La Revolución Esmeralda - Episodio 3:EPISODIO 3: ATARU VA AL HOSPITAL (UN LÍO MONUMENTAL).
Habían pasado 3 horas desde que Lamu había llamado a una ambulancia y ya iba a llevarse a Ataru, medio recuperado gracias a la cápsula, pero aún sin presencia de ánimo a una clínica próxima en plan Superman y Lois, cuando llamaron a la puerta: Era Sakura, la aún enfermera-exorcista del antiguo instituto de Lamu y Ataru. A cien metros se vislumbraba la ambulancia.
- Hola, Lamu, disculpa por la tardanza, pero mi tío ha detectado una perturbación en el orden del Universo y he tenido que estar dos horas y 56 minutos para convencer a los de la ambulancia de que donde hay perturbación de la fuerza hay Ataru por enmedio, y claro, seguro que ha armado otro asunto como el de las setas de hace un año y...
Y Lamu le dio una patada en la entrepierna, agarró a Sakura de su larga melena y puso a la confundida y dolorida exorcista ante una camilla dinde yacía Ataru
con cara de flipado durmiente. Lamu hbía logrado regenerarle la pierna, pero aún quedaba allí una horrible y profunda herida.
- Mi cariñín arma líos cuando le sale de los cojones, vale? Sí?
Sakura estaba aterrorizada! La kawaii-talker Lamu había soltado un taco de bar de esquina, y Sakura comprendió que el asunto era grave de verdad, no una de esas
paranoias que se montaba Rumiko Takahashi. Comprendiendo al fin que se encontraba en un fanfic, Sakura se puso manos a la obra: se puso una bolsa de hielo en la entrepierna (que daba muy mala impresión) y procedió a prestar los "segundos auxilios" a Ataru. Su herida estaba desinfectada, pero debía curarse rápido, pues de abrirse podría provocar una hemorragia interna o la rotura parmanente de tejidos. Los camilleros se aprestaron a llevarse al herido. Se quedaron bastante flipados, pues era la primera vez que entraban en un platillo, y como estaban mirando hacia el extraño mobiliario y las lucecitas de colores, no repararon en que las costillas del lado derecho de Ataru impactaban en ese momento contra el marco de una puerta, rompiéndose tres de ellas. El rostro de Ataru seguía rezumando paz, pero una sonrisilla nerviosa empezaba a formarse en su rostro. Al girarse mal los camilleros para corregirse, la puerta mecánica se huniera cerrado de no ser porque sus dos placas fueron a dar con los riñones de Ataru, provocando además que se doblara la camilla, dejando al tipo en una especie de V rodante. Ataru había abierto los ojos. Bizqueaba un poco, y sacaba la lengua espasmódicamente, pero seguía KO. Lamu decidió empujar ella misma la camilla y la dejó en su sitio. Tras eso, se tomó siete clases de anfetaminas de curso legal en su planeta para aguantar el tipo. Se metió en la ambulancia con Sakura y Ataru.
Los conductores arrancaron, pero Lamu se había olvidado de asegurar la camilla y los conductores de cerrar bien las puertas, con lo que al arrancar, éstas se abrieron y la camilla se movió peligrosamente hacia el exterior.
-FRENEN! - Gritó Sakura
Justo a tiempo: al cerrarse las puertas de golpe al punto para agarrar a Ataru del gaznate, no se tuvo que lamentar una caída.
La ambulancia siguió su camino, entró en la autovía y siguió por la Avenida de Saotome. Como iban de urgencias, dieron un volantazo de rutina para doblar hacia la calle Higurashi, pero Lamu no se lo esperaba y golpeó el seguro de las puertas con el codo. La fuerza del volantazo hizo que se rompieran las ataduras de la camilla y ésta se fue avenida Saotome abajo con su ocupante.
- CARIÑÍN!;gritó Lamu, a la que le estaba empezando a coger complejo de Pedro Picapiedra, y salió volando al rescate de su amado. No necesitó correr muchó, ya que la camilla chocó contra una farola, se abolló hasta alcanzar los genitales de Ataru, (al que se le salieron los ojos de las órbitas, cómo no) y le cayó encima, provocándose además un cortocircuito que provocó a su vez la explosión del depósito de gasolina de un camión próximo, mandando a farola, Ataru y a Lamu, interceptada a medio camino hacia una ventana de la Clínica de las Hermanitas de la Santa Ventura de Tomobiki, la cual reventando en trocitos, frenó con el impacto el vuelo involuntario de hombre, alien y mobiliario urbano, yendo a parar los dos seres vivos a la camita del hospital. Ataru, con la ropa interior chamuscada, aterrizó el primero. Lamu, con el bikini desintegrado por las llamas y no pudiendo controlar el vuelo, se frenó como pudo y sus pechos fueron a dar contra la cara de Ataru. Lamu se contorsionó, pero su cuerpo cedió a la gravedad y cayó sobre el cuerpo de Ataru, que preveyendo la proximidad de la muerte, había provocado una erección en su miembro viril. Y la desnuda entrepierna de Lamu acertó justo en el centro.
Ataru se despertó de golpe y gritó...
- Ai No Corrida!!!
Y Lamu, con una sonrisa de oreja a oreja, lanzó un prolongado gemido y añadió:
- En fin, algo de bueno hemos sacado.
Y así, Ataru Moroboshi, el tipo más cachondo del universo y su amantísima chica, Lamu a secas, perdieron al fin la virginidad tras 33 años de tensión sexual mal disimulada.
Felicidades, parejita!
En el próximo capítulo, el reclutamiento.
2 comentarios
scaramanga -
Muramasa -