Libros clásicos para el disfrute freak: El viaje de los argonautas o Las Argonáuticas, de Apolonio de Rodas
He aquí otro episodio de mi historia de la literatura fantástica y la ci-fi, que he decidido hacer más pausadamente que en el primer episodio: conforme avanzamos, las obras se hacen más largas y complejas, y da palo leer obra antigua tras obra antigua. Hay que alternar…
El autor de esta obra, Apolonio de Rodas, era en realidad alejandrino. Proveniente de una familia de intelectuales, publicó El viaje de los Argonautas por primera vez en su ciudad natal, siendo un sonoro fracaso (en esa época “publicar” significaba que se copiaba la obra a mano en rollos de papiro y se comerciaba con ellos). Frustrado, Apolonio marchó a Rodas, donde recompuso su poema épico con gran éxito de ventas y honores públicos. Por ello se le llama Apolonio de Rodas (o Apolonio Rodio). Ya con fama y éxito volvió a Alejandría siendo una estrella, y por su éxito fue nombrado director de la famosa Biblioteca de Alejandría, presuntamente sustituyendo al que su preceptor y maestro en la adolescencia, el poeta Calímaco, considerado el inventor de la catalogación de documentos. Después fue preceptor del tercer Faraón de la dinastía Ptolemaica y falleció joven. Dicen que Calímaco lo enterró con sus propias manos.
“El viaje de los Argonautas” recoge siglos de tradición oral y los traslada a un poema épico de aventuras que nos ha llegado novelado: la búsqueda del Vellocino de Oro por parte de Jasón, héroe un tanto fanfarroncete y muy venido a menos (lo dicen los expertos y lo corroboro: es un gilipollas tal y como nos contó Eurípides en su Medea, que me dejé en el tintero en el anterior artículo) que ha caído en desgracia ante su rey Eetes, que lo manda a una misión imposible convencido de que jamás la cumplirá. Pero Eetes no cuenta con que Jasón es un protegido de Atenea, Hera y Afrodita, que lo apoyan en un viaje increíble donde recorre las actuales Grecia, Turquía, Georgia (donde encuentran el Vellocino) , la cuenca principal del Danubio (según he podido concluir, se recorren tramos en Rumanía, Serbia, Hungría, Austria, Alemania y Eslovenia), la Costa Dálmata (Croacia), el Adríatico, la cuenca del Ródano (Francia) Italia, Sicilia, Túnez y Libia, antes de volver a Grecia. En fin, aquí tenéis un mapa que he encotrado googleando:
La fantasía está presente en todo el relato, que se desarrolla bastantes años antes de la Odisea o la Ilíada. A parte de la presencia siempre mágica de dioses algunos de los argonautas tienen poderes: uno tiene visión de rayos x avant la lettre, otro tiene la capacidad de correr sobre las aguas, está el mítico Hércules y Jasón posee una poción que lo convierte en una especie de Superman por un día; poción que le hizo su amante, la joven y bellísima hechicera Medea, con la que no acabó muy bien que digamos, como se ve en la obra de Eurípides que he mentado antes: tras 10 años de matrimonio se enrolla con una pelandusca, hija de otro rey, perdiendo el favor de sus protectoras Atenea, Afrodita y Hera. La colérica Medea mata a la pelandusca con un vestido mágico que la achicharra, se carga a los dos hijos que tenía con Jasón y se escapa sin remordimiento alguno en un carro tirado por dragones voladores. Vaya par: él un héroe de segunda traidor, y ella, una psicópata... Aunque sus aventuras posteriores son una pasada. Buscad por internet las hazañas qué hizo tras escapar y cómo se ganó la inmortalidad a pulso y se convirtió en una diosa olímpica. Para fliparse.
Como la obra de Eurípides ya tenía sus 100 años y se la sabía todo el mundo Apolonio decidió prescindir del resto de la historia y acabar con un repentino párrafo donde narra la llegada de los argonautas. No cuenta nada más; ni como reaccionó Eetes a la victoria de su odiado Jasó, cómo fue depuesto por éste, qué fue del Vellocino, etc.
Los enemigos son geniales, guerreros de piedra que salen tras cultivarlos (un poco en plan Saibamen), bueyes con pezuñas y cuernos de bronce que lanzan fuego, quimeras, sirenas, un dragón, un gigante de bronce...
Se dice que Apolonio era un tipo bastante descreído, y que en esta, su única obra escrita de la que se tiene constancia, pinta a los dioses y los superpoderes de los personajes con cierto tono de recochineo. Yo no lo he notado, pero no soy un experto. Lo que sí llama la atención es la fuerza de los personajes femeninos, que sacan a los supuestos héroes de muchos líos.
La adaptación de cine más conocida del mito es “Jasón y los Argonautas”, de 1964, rodada en la Costa Brava y en Ses Illes con FX del mítico Ray Harryhausen. Contiene un par o tres de escenas que están en el libro, pero con variaciones: se cambian a guerreros de piedra que surgen del suelo por esqueletos; el coloso que salva a los Argonautas de perecer aplastados por unas rocas en la película es Poseidón, mientras que en el libro es Atenea (y lo del tamaño colosal solo queda como suposición), la lucha contra las quimeras o el enfrentamiento con Talos, el coloso de bronce.
Obviamente no os lo voy a recomendar. Que me gusten ciertos clásicos de la antigüedad movido por cierto aire curioso no significa que los vaya a recomendar a todo el mundo. La peli sí que os la recomiendo muy encarecidamente. Es un mito del cine friki, y a parte es REALMENTE una buena película de esas que gustan a los críticos gafapastiles. También hay varias versiones en cómic. Parece ser que la más fiel es esta reciente versión de la bastante oscura editorial hindú Campfire por mucho que los distribuya la poderosísima Random House), especialista en adaptar clásicos. No han legado aún por aquí, ni creo que lleguen - aunque Random House - Mondadori se ha apuntado un exitazo con la saga de Scott Pilgrim y se ha lanzado bastante en serio con el tema de los cómics en España, así que quién sabe -, aunque según las reseñas que he leído, estos tipos y tipas no son mancos
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Muramasa -