La consabida crónica salonera, 2009
El día empezó y acabó mal.
Todo empezó hacia las 10:30. A pesar de haber comprado ya la entrada, me encontré con una cola para entrar que batió todos los récords de colas hechas por mi persona. Encima me tuve que pelear con uno de esos pobres padres que acompañan a los hijos, que me acusaba de haberme colado (desupés se maetió con otros dos). El hombre estaba nervioso, lo comprendo, pero descargar su frustración contra los que él piensa que se han colado en su mente contaminada por el humo de Ducados (que según creo por el pestazo que echan deben tener un efecto alucinógeno análogo o superior al del cannabis) no es lo correcto. En fin... Me hacía un hartón de enviar mensajes a y llamadas a Silvestrin, pero no contestaba. Se habría cambiado el móbil? No entré hasta casi las 12:00, y, como era natural, ya no había nadie en el stand de Planeta. Fuí a megafonía por si alguien podía llamar desde ahí a silvestrin y Penny, pero la de la megafonía (que por cierto, vaya shows monta) se negó, y me dijo "Mòbil, noi, has de fer servir el mòbil!" No la puedo acusar de no saber que mi móbil estaba escacharrado, pero tiene cojones que me lo dijera XD. Esa tipa puede ser un poco desagradable, pero al menos es divertida y te ríes con ella.
Busqué al grupo en vano durante dos horas, y me disponía a llamar a casa para decir que iría a comer allí cuando me di cuenta de la verdad al marcar el número: mi móbil no tenía línea. Resulta que el grupo había intentado ponerse en contacto conmigo, pero al no tener línea se fastidió el invento. Tuve que llamar desde una cabina. Ya estaban todos en el restaurante. Todos? No. Parte del grupo se quedó en La Farga y no los pudimos encontrar. Así pues, empecé por la comida, la cual casi vomité, porque en el local tenían puesto uno de esos programas guarretes de la MTV rollo "I Bet You Will". Así y todo comimos muy decentemente y yo me tuve un momento íntimo con mi plato, al cual me quedé mirando, absorto, durante unos 15 segundos hasta que me devolvieron a la realidad.
Volviendo hacia La Farga nos hicimos las fotos de rigor y al fin pude hacer mis compras y saludar al amigo Josetaro, que tenía un stand allí :
He aquí lo que compré. Los muñecos de Musculman son la demostración plausible de que los franceses tienen mejores precios que nosotros. El nino de Vegeta se lo compré a Josetaro. Hacía tiempo que lo buscaba: Vegeta con los colores psicodélicos de su primera aparición!!! Me he pasado horas mirándolo.
Bueno, hacia las cinco, tras una tertulia sobre videojuegos y la aparición estelar de Hidefan hablamos de hacer para el mes que viene algo navideño.
Una última cosa: el Saló estaba lleno de drugos. Menuda promo para el reestreno de La Naranja Mecánica. Un año de estos quiero cosplayearme de drugo...
Después me fuí a la biblioteca a devolver unas cosas, no me dió tiempo de ir al gimnasio y encima al Barça le empataron en el último suspiro. Menos mal que esa noche era la de difuntos y cené opíparamente con la familia.
2 comentarios
josetaro -
bueno me alegro de que te pasaras por allí, a ver si nos vemos por la uni, y que te vaya very well la entrevista!!
Lupus Sigarrensis -